El proyecto europeo ha, en ocasiones, dado la impresión de estar en un perpetuo estado de crisis.
De hecho, su padre espiritual, Jean Monnet, vio esto como la mejor forma de avanzar hacia su meta preferida de ‘’Una unión más cercana’’, argumentando que ‘’Europa será forjada en crisis, y será la suma de las soluciones adoptadas para esas crisis’’. Sin embargo, mientras la unión se prepara a celebrar los 60 años desde su fundación en Roma el 25 de Marzo de 1957, está en mayores problemas que nunca.
La inmigración de millones de Árabes y Africanos, los atentados terroristas, la postura bélica de Rusia, la deuda de Grecia, Francia e Italia y ahora, Brexit.
Con la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa por parte de la Primer Ministra Británica, Theresa May, se ha dado inicio, por primera vez en su larga historia, a las negociaciones de salida de un estado miembro de la UE.
Tienen un término de 2 años para poder alcanzar un acuerdo, la problemática es que dicho acuerdo tiene que ser aprobado por cada uno de los parlamentos de los 28 estados miembros, pero las dificultades no terminan ahí.
Cuando el pueblo británico fue a las urnas a votar el Referéndum sobre si mantenerse dentro de la unión, tanto Escocia como Irlanda del Norte votaron por permanecer, mientras que Inglaterra y Gales votaron por salir, esto ha llevado a nuevos llamamientos de secesión por parte de los Escoceses y hay voces Irlandesas que están lanzando el mismo grito… Independencia.
Dentro de las negociaciones que vendrán, todos los temas están abiertos, migración, pensiones, seguridad, reglas de mercado, apoyo y ayuda militar entre más.
Uno de ellos, principalmente doloroso para los británicos, es el pago de las deudas contraídas durante su tiempo en la UE.
Entre promesas económicas para los grupos de trabajo internacionales, los pagos de sueldos y pensiones de trabajadores de la UE, gastos y apoyos militares entre más, algunos economistas consideran que la deuda podría alcanzar más de €42 billones de euros
Aunque las negociaciones acaban de iniciar, los pleitos y amenazas veladas no se hicieron esperar, específicamente de parte de los Ingleses, quienes con el ejército más grande y el aparato de información (espionaje) más grande de Europa, blanden la espada de limitar la cooperación de seguridad con sus vecinos como si fuera una matraca.
En una época como la que estamos viviendo, una época de migración de millones, víctimas de guerra y guerreros mismos que llegan a una Europa de puertas abiertas, que no los entiende y cuya esencia es profundamente distinta, el tema de seguridad flota eternamente sobre todo ciudadano europeo y es entendible el porqué, tan solo tenemos que ver los ataques en Francia,Londres, Bruselas, España y demás naciones para entender el peso que la amenaza Británica conlleva.
Desafortunadamente, Europa, la gran meca de los valores humanos, nos demuestra que aun que tengan los mejores deseos, el humano es constante en su eterno cambio, y ahora vemos como vecinos y mejores amigos, se tornan uno contra otro, dañando amistades y generando desconfianza.
Europa, el estandarte de la civilidad, está por mostrarnos si las relaciones entre estados pueden ir más allá del interés a título personal y si en realidad, tienen mentalidad continental.