Experto de la UNAM: Huachicoleo problema de fondo y a largo plazo.
Por su parte López Obrador, llamó a la ciudadanía actuar con prudencia.
El gobierno federal, a través del Petróleos Mexicanos (Pemex), reiteró que la distribución de gasolinas se normalizará lo más pronto posible y que para enfrentar el robo de combustibles fueron necesarios medios de transporte más seguros y cambios en la logística de entrega.
En un video de 30 segundos difundido en redes sociales, Pemex afirmó que no existe desabasto de gasolina y diésel y que pese a que dicha logística generó retrasos en la distribución, hay suficiente producto para cubrir la demanda.
De fondo y a largo plazo, solución al huachicoleo, asegura académico
Las grandes soluciones al problema del robo de gasolinas en el país deben ser de fondo y a mediano y largo plazos, con metas de inversión en materia de almacenamiento estratégico de combustibles, afirmó el investigador y académico de la UNAM, Fabio Barbosa.
El especialista del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) resaltó que el huachicoleo es un problema que se arrastra desde hace décadas debido a la ausencia de inversión en el almacenamiento estratégico de los combustibles.
Señaló que tampoco hay inversión en ductos e instalaciones en las grandes ciudades, especialmente las distantes de las costas, para guardar el combustible importado.
Lo anterior en un videomensaje difundido en su cuenta @UNAM_MX de Twitter, donde la máxima casa de estudios indicó que el combate del gobierno federal al problema del huachicoleo ha provocado alteraciones en el sistema de distribución de combustibles y desabasto de gasolinas en algunos estados del país.
La UNAM precisó que al menos 600 mil barriles de gasolina son robados a día, equivalentes a unos siete millones de litros, y que ese robo generó pérdidas de 60 mil millones de pesos en 2018.
Por su parte el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que hay gasolina suficiente en el país, por lo que llamó a la ciudadanía actuar con prudencia, con serenidad, sin caer en pánico, y hacer caso omiso a información alarmista y tendenciosa de quienes de manera directa o indirecta están a favor del régimen corrupto, que “ya está a punto de acabarse”.