¿Qué comerás hoy? ¿Qué nuevo libro leerás? ¿Qué serie comenzarás? ¿Cuál será tu siguiente viaje? Nuestras decisiones son codificadas por el inconsciente sin darnos cuenta. Imagina que tu cerebro ya sabe la respuesta 10 segundos antes que seas consciente de ello.
Benjamín Libet, psicólogo de la Universidad de California, descubrió en 1980 que cientos de milisegundos antes de que una persona piense en presionar un botón, ya se habían activado áreas del cerebro relacionadas con dicho movimiento. En ese tiempo se consideró que podría tratarse de un error, ya que reflejaría que el cerebro se preparaba para tomar la decisión, más que haberla tomado ya. A partir de esto John-Dylan Haynes, investigador de la Universidad de Leipzig, teorizó que nuestro inconsciente conoce cuál es la decisión que tomará, aunque nosotros no la sepamos conscientemente (2008).
“El resultado final de una decisión está relacionado directamente con la actividad cerebral mucho antes del momento en el que sentimos que tomamos la decisión”
Para poder afirmar esta teoría se realizó un experimento en el que se registró la actividad eléctrica cerebral de personas que se sometía a tomar una decisión. La prueba consistía en presionar uno de dos botones, las personas debían elegir libremente si deseaban presionar el derecho o el izquierdo. Lo interesante del experimento es que la decisión consciente de pulsar el botón estaba precedida —en unos cientos de milisegundos— por un potencial negativo del cerebro denominado “preparación potencial”, que se origina desde el área motora complementaria —región del cerebro involucrada en la preparación del acto motriz—. En otras palabras, el cerebro se preparaba para la acción mucho antes de que las personas tomaran conscientemente la decisión.
Haynes realizó otro experimento cuyo objetivo era determinar qué regiones del cerebro están involucradas en las decisiones conscientes y en qué momento específico se desata la respuesta motora. Se le pidió a los sujetos participantes que se relajaran mientras se fijaban en una pantalla sobre la cual se proyectaban una serie de letras. En cualquier momento, justo cuando lo desearan, podían pulsar uno de los dos botones. Al mismo tiempo, las personas debían recordar la letra que estaba en la pantalla cuando habían tomado la decisión de qué botón iban a pulsar. Después se le pedía a los sujetos que indicaran cuál era la letra y luego se repetía una vez más el ejercicio, dejando el tiempo correspondiente entre una prueba y la otra. Lo interesante de este experimento fue que casi el 90 % de las decisiones conscientes fueron reportadas tan sólo un milisegundo antes de que se presionara el botón. Es decir, las personas decidían y sólo necesitaban un milisegundo para actuar en consecuencia.
Los investigadores detectaron que dos áreas cerebrales podían “decir” con gran precisión si las personas presionarían el botón de su derecha o su izquierda antes de que la persona anunciara que había elegido. La primera región era la corteza frontopolar que avisó hasta con 10 segundos de antelación; la segunda región se encuentra en la corteza parietal y es una franja que se extiende desde el precuneus hasta la corteza cingulada posterior; además, estas zonas se activaron mucho antes del área motora complementaria. Estos resultados nos indican que detrás de las decisiones conscientes existe un procesamiento cerebral inconsciente que anticipa la respuesta probablemente hasta 10 segundos antes de saberla.