En días pasados, en nuestro país, tristemente superamos la terrible cifra de doscientos mil muertos (según cifras oficiales), MÁS DE DOS MILLONES DE CASOS y esto a pesar de la irrisoria cantidad de pruebas realizadas por número de habitantes, desde hace tiempo, somos el tercer país con mayor número de muertes, solamente después de Estados Unidos (que tiene más del doble de número de habitantes que nosotros, rayando en los trescientos treinta millones) y de Brasil (también con casi el doble del número de habitantes que tenemos aquí, con más de doscientos doce millones)
La COVID-19 con esos más de doscientos mil muertos es hoy por hoy la causa número uno de muertes en el país, dejando atrás las enfermedades del corazón que han cobrado ciento cincuenta y seis mil vidas y la diabetes con poco más de cien mil, pese a todo ello, pareciera que los ciudadanos nos estamos “conformando” y acostumbrando a estas cifras y que al gobierno no le parece “tan grave” incluso el discurso sigue siendo el mismo, pese a que en algún momento el encargado de hacer frente a la pandemia externó que en un escenario catastrófico llegaríamos a los SESENTA MIL MUERTOS, y ya hemos rebasado eso con mucho y seguimos incrementando la cifra a diario, la vacunación continúa avanzando a pasos de tortuga, los datos son alarmantes, con el número de vacunas que se están aplicando cada día, en nuestro país nos tardaríamos casi NOVESCIENTOS DÍAS en tener inmunizada al 70% de nuestra población, mientras que en Estados Unidos, si continúan así, lo lograrían en poco más de cien días y en Chile aún en menos de cien.
Revisando los números, algo estamos haciendo mal, muy mal, pero en lugar de cambiar el rumbo, prevalece el discurso triunfalista, vamos “requetebién” incluso y a pesar de estar en momentos aún más graves de la pandemia, se disculpaba el que las autoridades no respetaran el #QuédateEnCasa y se tomaran unos días de vacaciones a pesar de haber repetido hasta el cansancio, NO ES MOMENTO DE SALIR, NO SON VACACIONES, DEBEMOS QUEDARNOS EN CASA, pero pues no cabe duda que algunos no saben predicar con el ejemplo, y lo alarmante es que este tipo de mensajes contradictorios, han hecho mella, no cabe duda que las palabras pueden convencer a algunos, pero el ejemplo arrastra.
Algunos estados han cedido a la presión y ya se encuentran en semáforo verde y “prestos” para inclusive regresar a clases de manera presencial, todo ello mientras no se vislumbra que inicie la vacunación en niños, y si bien es cierto que hasta ahora el SARS-CoV-2 ha sido más benévolo en niños, no podemos negar que serían un gran foco de contagio para otros sectores que si se han visto mucho más afectados.
Estaremos viendo en nuestro país, a fines de abril, la afectación por esta tercera ola de COVID que ya está golpeando a muchos países del mundo, al pasar Semana Santa y no haber endurecido las medidas sanitarias, al seguir siendo permisivos y displicentes con el normar el uso OBLIGATORIO DE CUBREBOCAS, mantener el discurso triunfalista, ambiguo y con una población que no termina de entender que no es el momento de salir, de hacer fiestas, de festejar aniversarios, y que un descuido puede costar la vida de sus seres queridos.
Me cuesta mucho trabajo aceptar que las “autoridades” actúan como “PONCIO PILATO” y avanzan en la reapertura pero trasladando absolutamente TODA LA RESPONSABILIDAD A LA CIUDADANÍA, simplemente “permiten” que se reabra pero no asumen absolutamente ninguna responsabilidad al respecto, limitándose a “dar recomendaciones”, cuando DEBIERAN PROTEGERNOS, y hacer respetar las medidas de distanciamiento social y del uso obligatorio de cubrebocas.
¿Qué pasaría si las autoridades asumieran su responsabilidad y multaran a todo aquel que esté en algún espacio público y no use cubrebocas?
¿Cuándo nos van a proteger los Gobernadores que hoy solamente se han lavado las manos y han actuado por la vía fácil que es la permisividad?
Ha quedado claro en este año que hay gente carente de raciocinio, carente de empatía, a los que poco o nada les importan la vida de los demás, ni siquiera de sus mismos familiares, ¿Por qué permitir que ellos sean quienes decidan el destino de todos los demás solamente por su inacción y por no hacerse cargo de proteger al pueblo?
Si las autoridades continúan siendo tan permisivas, tristemente el mensaje es: “LLEGAMOS A LA NUEVA MORTALIDAD”
Yo los invito a que nos cuidemos y cuidemos de los nuestros, “CONSTRUYAMOS JUNTOS EL MÉXICO QUE TODOS QUEREMOS”
Porque yo AMO A MÉXICO