“Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad”, Antoine de Saint – Exupéry

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Alberto almendres

Estamos viviendo una guerra casi real compartida por las redes sociales . Todos podemos ver en directo el éxodo ucraniano o como un misil ruso impacta contra un edificio de casas ; también podemos ver a través de las redes sociales como doctoras ucranianas ordenan un hospital para gestantes mientras escuchan el sonido de los bombardeos o de las sirenas. 

Es una guerra en el corazón de Europa en el siglo XXI . La última guerra que vivió Europa fue la descomposición de la antigua Yugoslavia aunque no tuvo la repercusión mediática inmediata y real que vivimos hoy . Era una guerra de periodistas corresponsales de guerra y de televisiones , no tenían la crudeza y la inmediatez de las redes sociales actuales.

La economía mundial está sufriendo un shock en todas las variables macro y microeconómicas, monetarias , fiscales , de deuda pública, de desempleo y de problemas geopolíticos. Después de vivir una pandemia histórica que frenó la economía mundial y cuando todos estaban preparando el motor para darle gas a fondo y resetear la economía de los países , estalla la guerra en Ucrania y pone patas abajo todos los deseos de los Gobiernos incrementando los precios de la energía , elevando las inflaciones de los países , ralentizando aperturas y crecimientos, paralizando transportes y elevando los precios de los alimentos. Una tormenta perfecta.

Latinoamérica no está libre de impacto aunque estén lejos de los lugares donde se está originando el problema. Tanto Rusia como Ucrania tienen un comercio relativamente bajo con todos los países latinoamericanos.  Según informaciones de expertos en comercio mundial, el comercio con Rusia y Ucrania representa menos del 1,5% de las exportaciones e importaciones totales de bienes de las principales economías latinoamericanas, lo cual es una cifra baja .

Pero los efectos en los países latinoamericanos como consecuencia de los impactos en la economía global  se están sintiendo de forma muy activa en subida de precios del petróleo , los productos agrícolas y los metales .Que suban los precios de los metales siempre ha sido positivo para las economías latinoamericanas y en este caso lo que podía significar un impulso a sus arcas fiscales , se está viendo impactado por una subida vertiginosa del precio de la energía y de los productos agrícolas en una región que ya había sufrido terriblemente por la pandemia y necesitaba recuperación.

Así que los países latinoamericanos que han vivido en los últimos años elecciones tumultuosas, pandemia terrible , inflaciones importantes , han tenido que poner a sus Bancos Centrales a controlar la subida de precios y a incrementar sus tasas de interés del dinero para intentar congelar esta situación. Algunas preguntas que nos hacemos son ¿ hasta cuando tendremos una situación de tormenta perfecta? ¿hasta que Rusia y Ucrania acuerden una paz duradera?¿hasta que la economía mundial vuelva a una normalidad? ¿ se ha terminado la globalización como aseguran los grandes directivos mundiales? Decía Aldous Huxley que “vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos” ; quizás los efectos que produce el mundo que estamos viviendo son compartidos pero necesitan miradas y soluciones individuales que puedan confluir en una acción global.