Comercialmente la prensa acuñó las primeras investigaciones que buscan la relación del cerebro con la religiosidad o espiritualidad, como el saber en que parte del cerebro se encuentra Dios. Hay registros que las primeras investigaciones se llevaron a cabo en 1975, sin embargo, no existía la tecnología con la que contamos hoy para medir la actividad cerebral.
Existen varias investigaciones que van desde la medición de la actividad cerebral con encefalogramas de baja radiación, ecografías y escáner en personas religiosas, monjes tibetanos, yoguis y personas normales con resultados parecidos y sorprendentes.
Comenzaré hablando de la investigación del Dr. Andrew Newberg de Thomas Jefferson University, literalmente su investigación inicialmente giró en estudiar los cerebros de las personas altamente religiosas, midiendo la actividad cerebral en reposo y en estados de profunda meditación u oración, el registro de la principal actividad cerebral se encontró en el lóbulo frontal en el cuál nos enfocamos en una sola cosa, los monjes budistas tenían mayor actividad en la corteza visual, esto se explicó porque al meditar fijan su atención con los ojos abiertos en objetos sagrados, a diferencia de las religiosas que mostraron más actividad en la corteza verbal, explicando el fenómeno en su forma de orar leyendo o repitiendo frases, hasta ese momento realmente no había ninguna medición fuera de lo esperado, midiendo la actividad del lóbulo frontal, se dieron cuenta que conforme iban profundizando en la meditación u oración, poco a poco se apagaba la actividad, este hecho es sorprendente porque es el encargado de monitorear lo que hay a nuestro alrededor, generando la hipótesis de que hay una desconexión del mundo terreno llegando a otros niveles de percepción, para validar este estudio hacia falta un grupo de control, o sea, hacer mediciones en personas que no fueran religiosas y el hallazgo encontrado fue que no mostraron ninguna actividad en el lóbulo parietal, recordemos que en los monjes y religiosas primero hay mucha actividad y poco a poco reduce su actividad hasta desaparecer.
Los estudios posteriores del Dr. Newberg, se han desarrollado en los sistemas de creencias y la relación que tienen con la parte espiritual, de hecho él es precursor en un área de las neurociencias llamada Neuroteología, el concluye que debemos continuar con la ciencia rigurosa y la religión religiosa ha comprobado los cambios cerebrales en personas en oración, meditación y estados de trance, incluso diferenciando los estados del sueño cuando percibimos como algo real y al depertar nos damos cuenta que era un sueño, él dice que aún hay algo en la actividad cerebral que no podemos medir, esperemos a contar con la tecnología que siga develando estos interesantes misterios.
En sus investigaciones de la conformación de nuestras creencias positivas y negativas que vamos generando al ir creciendo y se van formando a través de nuestras percepciones ha encontrado que la salud está relacionada con la espiritualidad y las creencias. En la próxima entrega hablaré de la investigación de la Dra. Sara Salazar, escríbeme tus dudas a perla@divulgacioncientifica.com.mx