En astrología psicológica, la Luna indica cómo vivimos las emociones, el afecto, la sensibilidad, nuestra capacidad de intimar y la empatía. Es nuestro niño interior, lo que nos da seguridad.
Igual que la Luna no tiene luz propia y refleja la del sol, la función lunar se activa siempre desde fuera. Así, el signo en el que tengamos la Luna en nuestra carta natal, indicará el lugar psicológico conocido al que volveremos (aunque no sea sano para nosotros), cuando necesitemos sentirnos a salvo porque algo externo nos ha provocado angustia.
Todos tenemos a alguien que en una situación de crisis se lanza a hacer cosas a la velocidad del rayo, ¿verdad? Verle en acción es como contemplar a Speedy González hasta las cejas de cafeína. Pues probablemente tenga la Luna en Aries.
Los que tenemos la Luna en el signo del carnero (como es mi caso), somos impulsivos, atrevidos y a veces hasta temerarios. ¿Escuchaste eso de “este primero dispara y luego pregunta”? ¡Seguro que tenía la Luna en Aries! Reaccionamos ante un estímulo de forma tan rápida y a veces, tan intensa, que Flash a nuestro lado parece un caracol artrítico.
Pero no todo es malo… También somos personas ingeniosas y muy positivas, sin duda vuestra mejor opción si necesitáis que os levanten el ánimo. Resultamos ideales para resolver algo o para iniciar nuevos proyectos. ¿Tienes una idea que no te atreves a poner en marcha? ¡Llama a una Luna en Aries! La palabra que más detestamos los nativos de esta luna: ¡Paciencia!
Los nativos de la Luna en Tauro, han nacido para disfrutar de la vida, ir a buenos restaurantes, darse los lujos que se puedan permitir y vivir la vida con mucha tranquilidad. Pueden tender a sufrir sobrepeso, porque para ellos comer es…. ¡Ufff! ¿Lo negativo? No los mueves ni con una grúa (física o emocionalmente). ¿Su máxima? “Virgencita, que me quede como estoy”. Eso sí, cuando necesites apoyo o un buen consejo, llámales sin dudarlo. ¡Su seguridad es contagiosa! Palabra tabú (y aprendizaje): ¡cambio!
Le toca el turno a la Luna en Géminis. Los reconocerás porque en una tienda tardan más de lo razonable en escoger entre el jersey rojo o los jeans, así que acabarán comprando ambos… Son
volubles e inquietos y tienen verdadera obsesión por comunicar. ¿Quieres escuchar una buena historia? ¡Que te la cuente una Luna en Géminis! Con su gran sentido del humor no te vas a aburrir nunca, y acompañará su relato con unos movimientos de manos que serían la envidia de un flamingo anfetamínico. ¿Quieres hacerle feliz? Proponle mil planes diferentes, hazle reír y mantente al día de la actualidad, porque querrá saber tu opinión, y créeme, ellos están siempre a la última. La palabra que nunca querrán escuchar es “¡rutina!”.
Para terminar hoy, hablemos de la Luna en Cáncer. ¿Te emocionas hasta las lágrimas viendo videos de gatitos en Tik Tok? Es normal. Las personas con esta Luna son melancólicas, románticas y muy cariñosas. Como el cangrejo necesitan protección, porque son extremadamente sensibles. Eso sí, cuando digan “presiento que…” hazles caso sin dudarlo, porque tienen un sexto sentido digno de Nostradamus. ¿Quieres tenerles contentos? Demuéstrales tu amor hasta que se harten. Aunque a ti te parezca que vas a perder tres dioptrías por el subidón de azúcar, ellos se sentirán en la gloria, y te lo devolverán estando pendientes de todo lo que necesites, para hacerte sentir bien. Nadie te cuidará mejor. Eso sí, lo que más les costará es poner en practica la palabra “¡Confía!”.
En la próxima entrega hablaremos de la Luna en Leo, Virgo, Libra y Escorpio. ¡No te la pierdas!