

Hace unas semanas la policía de Ecuador irrumpió en la Embajada de México para “sacar” por la fuerza al ex funcionario correísta Jorge Glas en vista de las denuncias y los procesos judiciales que se han seguido en su contra por autoridades ecuatorianas.
Aquello fue un escándalo que obligó a nuestro país a romper relaciones con Ecuador. Varios países y organismos internacionales se pronunciaron condenando las acciones de Ecuador. Y es que todo mundo habló de una grave violación a la soberanía mexicana, pero en realidad no hay tal. Aunque es preciso reconocer que se violaron normas del Derecho Internacional, el incidente no llegó a mayores como algunos medios de comunicación lo expresaron, prácticamente anunciando una guerra entre ambos países.
Desde hace años el gobierno de México ha otorgado asilo político a varios funcionarios ecuatorianos, ex colaboradores del ex presidente Rafael Correa. Muchas denuncias y procesos judiciales han acreditado que varios funcionarios correistas, incluyendo al ex presidente Correa, han incurrido en actos de corrupción. De ahí la razón por la que varios ex funcionarios ecuatorianos residen en México. El ex presidente Correa también se exilió de su país por los mismos motivos.
Es poco conocido en México que ex funcionarios correistas han colaborado con el gobierno de la 4 T en diversas funciones, principalmente en la administración de las redes sociales del presidente López Obrador. Todas estas actividades deben ser ejecutadas por el personal administrativo adscrito a la Presidencia de la República que tiene encomendada esas actividades.
A título de ejemplo podemos citar el caso de Ismael Daniel Tovar Herrera que ocupó el cargo de Director del Área de Coordinación de Contenidos Digitales de la Presidencia de la República. Tovar Herrera fue un colaborador muy cercano de Rafael Correa, que en México fue auxiliado (premiado) por el gobierno de López Obrador. El ex funcionario correista Jorge Glas pretendía huir del país por los mismos motivos, pero no pudo salir de nuestra embajada en Ecuador.
México es un país pacifista, que siempre ha colaborado con perseguidos políticos, siempre que el asilo se encuentre como base una injusticia que ponga en riesgo la integridad y la vida de los extranjeros a quienes México otorga asilo por razones de justicia y humanidad.
La tradición y las políticas de asilo han cambiado durante este gobierno debido a las afinidades políticas e ideológicas que son afines con la forma de pensar del presidente mexicano. Más allá de la injusticia, ese es el motivo por el que nuestro gobierno auxilia a ciudadanos calificados como mártires por nuestro gobierno. El hecho de la afinidad ideológica de nuestro presidente es suficiente para contrariar la tradición de asilo mexicano.La ideología, al igual que la religión, es un aspecto de consciencia que atañe a una persona en su ámbito personalísimo. Es algo muy privado. Eso está bien. Pero cuando la ideología se sobrepone a la legalidad y a la tradición, se corre el riesgo de incurrir en injusticias en aras de una forma de pensar.