La habilidad de ciertos animales para identificar enfermedades humanas mediante su olfato ha captado la atención de la comunidad científica. Investigaciones recientes revelan que especies como perros, ratas, hormigas y abejas poseen esta capacidad extraordinaria, pudiendo detectar desde cáncer hasta infecciones virales a través de su agudo sentido del olfato.
Este hallazgo ofrece nuevas oportunidades para el diagnóstico temprano y no invasivo de diversas enfermedades, representando un avance significativo en la medicina preventiva. Por ejemplo, los perros han sido entrenados para detectar cáncer a través de muestras de aliento y orina. Estudios realizados por la Universidad de Wake Forest y la Universidad de Leicester demuestran que los perros pueden identificar compuestos químicos específicos asociados con el cáncer.
La asombrosa capacidad olfativa de los perros les permite percibir concentraciones de compuestos en partes por billón, superando ampliamente la capacidad humana. Adicionalmente, se ha comprobado que los perros pueden detectar niveles elevados de glucosa en personas con diabetes. Una investigación publicada en ScienceDaily resalta que estos animales pueden alertar a sus dueños sobre cambios en los niveles de glucosa, ayudando a prevenir crisis hipoglucémicas o hiperglucémicas. Además, los perros pueden ser entrenados para identificar diversos tipos de cáncer, como melanoma, cáncer de mama y gastrointestinal, y algunas enfermedades infecciosas como malaria y Parkinson.
En el ámbito veterinario, los caballos también han mostrado una notable habilidad para detectar enfermedades. Según la Fundación de Medicina de Caballos de Estados Unidos, algunos caballos pueden detectar cáncer de piel al notar cambios en la piel de las personas. Esta capacidad resalta el potencial de los animales en la detección temprana de condiciones médicas y subraya la necesidad de continuar investigando en este campo.
Las hormigas también se destacan como detectores de enfermedades. Un estudio reciente de la Universidad Sorbona Paris Nord demostró que las hormigas pueden identificar el olor del cáncer de mama en la orina. Estas y otras criaturas detectan enfermedades al percibir diversos compuestos orgánicos volátiles (COV) que se encuentran en el aliento, sudor, orina y sangre. Las enfermedades pueden alterar los COV, emitiendo olores distintos que los animales pueden identificar.
Las ratas, por su parte, han sido entrenadas en Mozambique para detectar explosivos de minas terrestres y han jugado un papel crucial en la detección de tuberculosis en muestras de esputo.
Incluso las abejas pueden detectar signos de ciertas enfermedades, incluyendo cáncer de pulmón, tuberculosis y COVID-19. Gracias a su extrema sensibilidad a los olores de baja concentración, las abejas pueden detectar cambios químicos de manera similar a los perros y ratas. Además, el gusano Caenorhabditis elegans ha demostrado ser útil en la detección de cáncer en muestras humanas, subrayando el vasto potencial de los animales en el campo médico.