“No hay nada más venezolano que creer en el porvenir “Arturo Uslar Pietri

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People carry Venezuela's national flag to protest the election results that awarded Venezuela's President Nicolas Maduro with a third term, in Maracaibo, Venezuela July 30, 2024. REUTERS/Isaac Urrutia

Venezuela actualmente es un país fallido. Es curioso que un país que, entre 1950 y 1995 fue el país de América Latina con mayor renta per cápita lo que motivó la llegada de numerosos inmigrantes europeos y latinoamericanos, en los últimos veinte años se haya situado entre los países más pobres del mundo.

Según su tamaño, la economía venezolana en la actualidad es la décima quinta economía de América Latina con un PIB de 78 mil millones de dólares. Si se divide el PIB por la cantidad de población que tiene Venezuela (más de 20 millones de habitantes), el resultado sale un PIB per cápita de 2 457 dólares de riqueza promedio anual por cada venezolano, convirtiéndose de esta manera en el país más pobre del continente después de Nicaragua (1 859 dólares) y Haití (466 dólares).

La inflación en Venezuela en 2023 alcanzó el 193%, comparado con el 10.15% de Colombia o el 4.32% de México, economías de la región o el 3.1% de EEUU o el 2.9% de la UE. El 80% de la población que queda en Venezuela vive en la pobreza con salarios promedio al nivel de Nicaragua o Haití. 

Según datos de ACNUR y la Organización Internacional de las Migraciones hay 8.500.000 migrantes venezolanos, distribuidas en 90 países y en más de 400 ciudades en todo el mundo, casi el 25 % de la población venezolana  

En el último cuarto de siglo Venezuela ha experimentado una reducción de la población mayor al 25%. Para comprender la magnitud del impacto de este fenómeno sobre la demografía venezolana, este porcentaje es mayor al porcentaje estimado de caída poblacional ocurrido en Venezuela durante su Guerra de Independencia en el siglo XIX, el cual incluyó pérdidas directas debido a la guerra y a condiciones asociadas como epidemias y escasez de recursos. Imaginemos que, si los 8,5 millones de venezolanos que han migrado durante el siglo XXI constituyeran un Estado independiente, ese conjunto superaría en número a las respectivas poblaciones de más de 140 países del mundo.

La situación de Venezuela tiene un impacto significativo en las economías latinoamericanas debido varios aspectos:

1. Migración Masiva

La crisis económica, política y social en Venezuela ha llevado a millones de venezolanos a emigrar a otros países de América Latina. Esta migración masiva ha tenido efectos tanto positivos como negativos en las economías receptoras.

  • Impactos Negativos:
    • Presión sobre los Servicios Públicos: Los países receptores, como Colombia, Perú, Chile, y Brasil, han enfrentado una mayor demanda en servicios de salud, educación y vivienda.
    • Desempleo y Subempleo: La entrada de un gran número de migrantes puede aumentar la competencia por empleos, especialmente en el sector informal, lo que puede llevar a un aumento del desempleo y subempleo entre la población local.
  • Impactos Positivos:
    • Fuerza Laboral: Los migrantes venezolanos suelen ser jóvenes y capacitados, lo que puede contribuir al crecimiento económico al llenar vacantes laborales y aumentar la productividad.
    • Emprendimiento y Dinamismo Económico: Algunos migrantes han creado nuevas empresas, aportando dinamismo y diversidad a las economías locales.

2. Remesas

La diáspora venezolana ha generado un aumento en las remesas enviadas a Venezuela. Esto no solo afecta la economía venezolana, sino también las economías de los países emisores de remesas, ya que parte de los ingresos de los migrantes se destina a enviar dinero a sus familias en Venezuela.

3. Comercio y Relaciones Económicas

La inestabilidad en Venezuela ha reducido significativamente el comercio bilateral entre Venezuela y otros países de la región.

  • Reducción de Importaciones y Exportaciones: Venezuela, que antes era un importador importante de bienes de varios países latinoamericanos, ha visto una drástica reducción en su capacidad de importar debido a la crisis económica.
  • Diversificación de Mercados: Los países que antes dependían en gran medida del mercado venezolano han tenido que buscar otros mercados para sus exportaciones.

4. Seguridad y Política

La crisis venezolana ha generado preocupaciones de seguridad en la región, especialmente en términos de control fronterizo y el aumento de actividades ilegales como el contrabando y el tráfico de personas.

5. Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria La crisis ha llevado a una mayor cooperación internacional y regional para abordar los problemas humanitarios. Países latinoamericanos y organismos internacionales han destinado recursos para ayudar tanto a los migrantes venezolanos como a los países que los reciben.

6. Impacto en Políticas Públicas

La situación en Venezuela ha influido en las políticas públicas de los países vecinos, obligándolos a adaptar sus legislaciones y políticas migratorias para gestionar la crisis.

7. Percepciones y Actitudes Sociales

La llegada masiva de migrantes ha generado diversas reacciones en las poblaciones locales, desde la solidaridad y la ayuda hasta la xenofobia y el rechazo, lo que puede afectar la cohesión social en los países receptores.

Con todo este análisis rápido de los impactos de la situación de Venezuela en los últimos 20 años, vemos el escenario que ha surgido por las elecciones presidenciales venezolanas, donde el régimen chavista con Maduro y su corte, se atrinchera en unos resultados de dudosa certificación por parte de los gobiernos mundiales. No podemos olvidar que se han manipulado los datos, no se ha permitido votar a la población migrante, se amenaza a la oposición e incluso a los observadores internacionales y sobre todo, lo más importante, se mantiene el poder utilizando al pueblo venezolano.

Si hablamos con una mirada empresarial y económica, como se sentirán los empresarios venezolanos e internacionales que tienen la esperanza de volver a hacer negocios en entornos seguros, cuando ven que todo seguirá igual. Los empresarios venezolanos, latinoamericanos e internaciones comparten los desafíos de invertir en un país donde hay una serie de impactos negativos que hacen difícil un desarrollo empresarial sostenible: 

  • Inestabilidad Económica y Política: La hiperinflación, la devaluación del bolívar y la incertidumbre política crean un entorno de negocios extremadamente volátil.
  • Escasez de Insumos: La falta de acceso a materias primas y productos básicos dificulta la producción y el comercio.
  • Regulaciones y Control Estatal: Las políticas de control de precios y las expropiaciones han desincentivado la inversión y dificultado la operación de negocios.
  • Fuga de Talento: La emigración masiva de profesionales capacitados ha dejado a muchas empresas con falta de personal cualificado.
  • Riesgo Político y Económico: Invertir en Venezuela se percibe como arriesgado debido a la inestabilidad económica y política.
  • Problemas de Cobro: La devaluación de la moneda y las restricciones cambiarias hacen difícil el cobro de deudas en Venezuela.
  • Impacto en Comercio: La reducción del poder adquisitivo de los venezolanos ha disminuido las exportaciones hacia el país.
  • Riesgo País: Venezuela es considerada uno de los países con mayor riesgo para la inversión extranjera debido a la inestabilidad política y económica.
  • Sanciones Internacionales: Las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países complican las transacciones comerciales y financieras con Venezuela.
  • Problemas Logísticos: La infraestructura deteriorada y los problemas de suministro complican la operación de negocios.

Quién puede pensar en invertir o en seguir invirtiendo en este país con todo este contexto y entorno. ¿Merece la pena? Creo que merece la pena seguir apostando por el pueblo venezolano, por su desarrollo económico, por su historia y para que esos migrantes puedan regresar a trabajar por su país. Mientras, desde Europa, solo podemos llevar un mensaje de ánimo y esperanza al país y desear que el pueblo venezolano acierte en sus decisiones tal y como decía el escritor venezolano Francisco José Herrera Luque, “el país que soñamos solo será posible si aprendemos a amar la libertad y la justicia.”